Con la misma garganta, con las mismas manos, con la misma impunidad – Por Gerardo Cabrera

Con la misma garganta que gritan en contra dictaduras, vivan a quien conocieron siendo dictador.
Con esas cuerdas vocales que cantaban “el que no salta es militar”, entonan la marcha ensalzando a un general.
Con las mismas manos acusadoras, robaron tanto que sus fortunas son inexplicables.
Con la misma impunidad y soltura que recitan combatiendo el capital, declaran millones de dólares y cientos de propiedades. Sin haber producido, solo con la política y siendo funcionarios a sueldo.
Cientos de jueces y fiscales militantes, agrupados y autodenominados “justicia legítima”, pero por un partido de futbol, de los cientos jugados en una quinta, con centenares de personas, piden que quienes presentan infinidades de pruebas sean separados. No pueden borrar las huellas de sus delitos, entonces pretenden ensuciar a quienes las muestran.
Un juez lloró, justificando que cerró una causa por enriquecimiento por aprietes de los imputados.

Con la misma garganta que piden jueces elegidos por el voto “popular”, critican a aquellos que se relacionan con cualquier persona, siempre que no sea de su partido.
Con la misma impunidad, que dieron fueros a un condenado a siete años por contrabando, destituyeron a una fiscal que expuso y se logró condena de un corrupto gobernador.
No pueden refutar las pruebas, muestran una pelota de futbol.

Se llaman a si mismos movimientos. Cobijaron la extrema derecha de la AAA, el fascismo de su líder, el neoliberalismo en los 90, se abrazaron con dictadores y torturadores. Con la misma garganta que el nieto hoy funcionario grita “¡fueron 30.000!” su abuelo, otrora funcionario gritaba “exterminio” mientras firmaba el decreto.
SI hasta tienen una agrupación llamada “putos peronistas”, pero deberían llamarse brutos, por desconocer el reclamo de Perón a Cámpora “me llenó el movimiento de putos y zurdos”.
No podemos mostrar escraches dice el dueño de un canal, socio de un funcionario noventoso, propietarios de una distribuidora eléctrica. Siempre que sea a su amigo. Ese que encarcelaría a quienes hoy son enjuiciados, si era elegido presidente.
Jardineros, choferes, asistentes, secretarios millonarios. Trabajadores pobres.
Con la misma garganta que gritan “no se ahogó, lo mataron” vociferan “no lo mataron, se suicidó”.
Selectivos, hipócritas, impunes, eso son.
No es ideología. Es odio, envidia, rencor, resentimiento. Es deshonestidad.
Podría escribir cientos de páginas, algunos me darán la razón, pero los fanáticos dirán
¡Ah, pero el otro! Como si las responsabilidades del otro, justificaran la delincuencia de ellos.
No le robaron al otro, te robaron a vos. Se digno, no defiendas el delito.

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