Uno de cada ocho argentinos tiene Enfermedad Renal Crónica: ¿cómo detectarla?

Más de 4 millones de argentinos padecen algún grado de una patología compleja que se denomina «Enfermedad Renal Crónica» (ERC), según la Segunda Encuesta Nacional de Salud y Nutriciónque determinó que la prevalencia de esta enfermedad es del 12,7%. Es decir que 1 de cada 8 personas que actualmente nos rodean, quien puede ser un familiar, un compañero de trabajo o un amigo,  tiene esta enfermedad relacionada con el funcionamiento de los riñones.

Los riñones cumplen funciones esenciales en nuestro organismo: movilizan desechos producidos por el cuerpo (toxinas) que se filtran desde la sangre y se eliminan a través de la orina. También se encargan de: regular la presión arterial, eliminar el exceso de líquido y electrolitos y generar hormonas esenciales para el buen funcionamiento de nuestro cuerpo.

¿Qué es la Enfermedad Renal Crónica?

Los manuales médicos definen su ocurrencia ante «la presencia de daño renal por un período mayor a 3 meses”. Eso se evidencia analizando las alteraciones de la función renal y se detectan números elevados de los denominados «marcadores» de daño renal. Estos «marcadores» son anormalidades encontradas en el análisis de orina o anomalías estructurales en el tejido renal, que se detectan por medio de estudios de imágenes o por una biopsia.

Según una revista médica especializada, «la Enfermedad Renal Crónica suele estar asociada a otras afecciones». Y, justamente, los médicos explican que hay dos situaciones de salud que suelen estar asociadas con la aparición de la ERC: la presencia de Diabetes Mellitus tipo 2 (DM2) y la hipertensión arterial. Y, para completar este panorama, también se sabe que la complicación más severa y frecuente asociada al mal funcionamiento de los riñones a lo largo del tiempo son distintas variantes de enfermedades cardiovasculares (ECV).

Según datos publicados en un estudio de prevalencia, 4 de cada 10 personas con DM2 presentan, también, Enfermedad Renal Crónica . La Diabetes Mellitus 2 se ha establecido como la causa principal de ingreso a diálisis crónica, una situación de salud pública que se replica en la mayoría de los países de Latinoamérica.

¿Cómo se detecta la ERC?

Los síntomas de la Enfermedad Renal Crónica generalmente aparecen cuando la enfermedad ya está muy avanzada y es por esto que el diagnóstico es tardío. Pero cuando finalmente ocurre, entre los signos y síntomas se enumeran los siguientes:

*Náuseas, 
*Vómitos, 
*Pérdida de apetito, 
*Fatiga, debilidad y problemas de sueño, 
*Cambios en la producción de orina, 
*Disminución de la agudeza mental, 
*Espasmos musculares y calambres, 
*Hinchazón de pies y tobillos,
*Presión arterial alta. 

Factores de riesgo y tratamientos

La diabetes, la presión arterial alta y las enfermedades del sistema cardiovascular son algunas de las principales, sin embargo, otros factores como la edad, el consumo de analgésicos sin indicación médica y la obesidad son importantes.

Dependiendo de la causa subyacente, la ERC puede tratarse. En general, las estrategias terapéuticas ofrecen diversas opciones que ayudan a controlar los síntomas, reducir las complicaciones y retrasar la progresión de la enfermedad y el deterioro renal. En las etapas iniciales de esta situación, los médicos suelen recomendar un plan de hidratación adecuada, optar por una alimentación saludable y mantenerse físicamente activos, tres «pilares» comunes a muchas enfermedades crónicas.

La Sociedad Argentina de Nefrología (SAN) y el INCUCAI firmaron un convenio donde se propusieron una serie de pautas que permitirán la identificación, registro y posterior manejo de personas con ERC. «El lema que nos guía para ejecutar estas ideas es ‘Hacer visible lo invisible’, situación que caracteriza a la ERC», dijo el Dr. Bonanno. «Y para eso, lo que haremos los nefrólogos será registrar -en un sistema informático- la condición de nuestros pacientes renales ya desde los primeros estadíos de la enfermedad, de manera que los responsables de salud pública y también los especialistas puedan tener una idea mucho más acabada sobre su evolución y qué pacientes deben ser seguidos en forma detallada. Este convenio, además, nos dará herramientas concretas para poder implementar una mejor política pública de salud renal preventiva, incluyendo la creación, en el mediano plazo, de consultorios interdisciplinarios (llamados ERCA), en todo el país, unidades que estarán dedicadas al tratamiento de estas patologías complejas», explicó el presidente de la SAN. El convenio también apunta a mejorar la difusión de la problemática general de la salud renal en toda la población y así mejorar su prevención y tratamiento temprano, facilitando también la concientización de los cuidados imprescindibles que deben tener las personas con ERC, sus familiares y cuidadores.

El lema de difusión global para concientizar sobre este tema durante el 2023, e inspirados por lo que dejó la pandemia, es el siguiente: ‘Salud renal para todos. ¡Preparándonos para lo inesperado, apoyando a los vulnerables!’, con el objetivo de visibilizar una problemática que transitan las personas con ERC (sobre todo niños y pacientes con enfermedad renal crónica avanzada – ERCA), que es pocas veces considerada: la necesidad constante de una atención coordinada, aún durante eventos inesperados, desastres naturales o catástrofes.

Cómo prevenir la ERC

Los expertos resaltan que la adopción de hábitos de vida saludables contribuyen mucho a la salud de nuestros riñones. Según explica la doctora Cristina Vallvé, integrante del Comité de Salud Renal de la Sociedad Argentina de Nefrología, «una persona puede perder entre el 80% y 90% de su función renal antes de experimentar algún síntoma». Y destaca que hay ocho «reglas de oro» cuyo seguimiento facilita la buena salud renal:

1. Controlar la presión arterial. Es una de las causas más frecuentes que alteran el funcionamiento de los riñones.
2. Controlar el nivel de azúcar en sangre. Es la primera causa de desarrollo de deterioro renal. Es importante que las personas con diabetes se realicen exámenes frecuentes de monitoreo de su función renal.
3. Seguir una alimentación saludable, rica en vegetales y controlar el peso, tratando de mantenerlo en parámetros adecuados. También es importante reducir el consumo de sal. 
4. Mantenerse hidratado. El consumo de agua debe ser de alrededor de 1.5 o 2 litros diarios.
5. Realizar actividad física de forma habitual para mantenerse activo y en un peso adecuado. El ejercicio ayuda a reducir la presión arterial y mejorar el valor de la glucosa en sangre, por lo tanto, reduce el riesgo de ERC.
6. No fumar. El tabaquismo altera la circulación y, por lo tanto, puede afectar la función renal.
7. No utilizar fármacos que puedan dañar los riñones (no automedicarse). 
8. Realizarse chequeos de rutina en forma periódica y en éstos solicitarle a su médico que chequee la salud de sus riñones.

Para saber más sobre la salud de tus riñones, ingresá acá.

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