La Justicia apartó de la causa por el femicidio de Rocío González a la fiscal Patricia Hortel por sus dichos violentos y machistas en televisión durante una entrevista brindada el noticiero de El Nueve.
En la nota, la fiscal de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) descentralizada 2 de Saladillo, aseguró que lo que le pasó a la víctima de 25 años no le pasaría a su propia hija «porque se hace respetar».
A su vez, responsabilizó a Rocío de no haber actuado como corresponde antes las agresiones sufridas por Renzo Eduardo Chidichimo, compañero de trabajo de la víctima y único detenido por el femicidio.
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(Rocío González y Renzo Eduardo Chidichimo)
«Tengo para mí, tal vez esté equivocada, la experiencia me indica que no… Los agresores seleccionan a sus víctimas. Dificulto que a mi hija le pase algo así, porque tiene otro perfil, ¿me entendés? Debemos educar muy distinto a las mujeres», resaltó Hortel.
Ante estas frases frente a la cámara, el intendente de Saladillo, José Luis Salomón, junto con secretarios y concejales de Juntos por el Cambio y el Frente de Todos, firmaron una petición para que destituyan de la causa a Hortel.
«Demuestran una profunda falta de perspectiva de género y de sensibilidad social que está ocasionando hoy día un reiterado clamor social por su destitución del cargo», sostiene Salomón en el escrito.
Ante este escenario el fiscal general de La Plata, Héctor Vogliolo, designó al letrado de Cañuelas, Javier Berlingeri “para preservar la objetividad de la investigación”.
Femicidio de Rocío González
La joven de 25 años fue asesinada el pasado jueves 1 de junio por Renzo Eduardo Chidichimo, su compañero de trabajo.
El joven tenía varias denuncias de parte de Rocío por reiteradas situaciones de acoso, maltrato laboral y violencia psicológicaque sufría de parte del ahora imputado por su femicidio. Más precisamente, la víctima había denunciado al joven a fines del 2022 y en mayo de este año.
Ese día, a las 14.00, el joven se acercó a uno de los cuartos donde trabaja Rocío, desenfundó una pistola y disparó al menos siete veces. Después del ataque, Chidichimo se escapó y estuvo prófugo cinco días, hasta que fue localizado y detenido en un descampado.
